
No dije una palabra, él se sorprendió. Era sumamente raro que especialmente yo, no tuviera nada que decir, pero simplemente me dejé arrullar por aquellas palabras todavía audibles "..el tiempo correcto.. el lugar correcto.. la persona correcta" y saber que por primera vez veía formarse el camino correcto entre tanta maleza. Un camino de luz, esperanza, después de tantos errores y equivocaciones. Era gratificante saber que por fin estaba haciendo lo correcto, estar donde estaba, con quien estaba, sin remordimientos y culpas. Saber que no había siquiera comenzado el camino pero me dirigía hacia él con pasos firmes sobre la tierra; sin volar, sabiendo que todo se basaba en la realidad y no en una pequeña ilusión fabricada por mi mente.
Esta vez todo era distinto. Él, me acompañó hasta la puerta de mi casa, se despidió con un beso en la frente y se fue. Yo, sólo pude pensar: Gracias Dios. Por fin entiendo aquella frase que dice: "Dios nos ama más que lo que nosotros mismos nos amamos y tiene planes mucho más altos que los que nosotros mismos hacemos." Él ha preparado cosas para mí tan especiales que ni yo misma, hoy, podría imaginar. Yo, quiero caminar por el camino correcto, el camino que él tiene preparado para mí. Y ustedes.. ¿Por qué camino quieren andar?
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